YO SOY RESPONSABLE ?
El sentimiento de culpa es irredimible porque no está acompañado de la corrección de la conducta
No podemos borrar nuestros desequilibrios del pasado, pero sí podemos ser responsables de nuestro futuro. Y la única forma de cambiar la culpa por la responsabilidad es comprender que la culpa es una forma de perder energías que no se encaminan hacia nuestro mejoramiento. Al contrario, la culpa eterna nos termina destruyendo poco a poco, y no tiene sentido.
Somos responsables de nuestras transgresiones pasadas, indudablemente, y algunos inclusive pagan su irresponsabilidad en las cárceles. Sin embargo, si se quiere evolucionar, hay que realizar un esfuerzo para volver a la responsabilidad.
Somos responsables de nuestro mejoramiento continuo.
Somos responsables de aumentar nuestros niveles de consciencia.
Somos responsables para aliviar el sufrimiento del prójimo.
Somos responsables de la paz en nuestro mundo.
Somos responsables de darles a nuestros hijos una luz para transitar el camino de la vida.
Somos responsables de aceptar la realidad que no podemos cambiar.
Y somos responsables de revelar los grandes secretos del universo.
Somos responsables porque tenemos una dimensión que nos obliga a ello, la «fortaleza» (la Guevurá). Sin embargo, al mismo tiempo debemos ser compasivos con nosotros mismos para liberarnos de las culpas.
La culpa desgasta nuestras almas.
Si yo hubiera sido diferente…
Si yo le hubiera dicho otra cosa….
Si yo hubiera sido más adulto….
Si yo hubiera hecho mejor las cosas….
Y, así, la infinita culpa nos puede llevar a un camino de autodestrucción.
Aprender del pasado, pero no cargar la culpa.
Aprender para ser responsables y cada día ser mejores personas.
La culpa nos carga de un pasado que no se puede modificar.
La responsabilidad nos abre a un futuro donde podamos revelar lo mejor de nuestras almas.
No seamos como la mujer de Lot, que al darse la vuelta se convirtió en una estatua de sal.
Porque en el pasado se encuentran las semillas de la redención que hoy podemos germinar.
La resignación no es de ninguna manera una virtud, al contrario, es un pecado.
¡Solo por hoy!
soloporgratitudapoyo.com
